*** REPORTAJE RADIO ***
Hay días que marcan un antes y un después en la vida de un probador. El mío fue cuando me subí a la Ducati China V4‑R Evo, una máquina que redefine lo que entendemos por rendimiento, precisión y, sobre todo, locura controlada. Desde la primera curva hasta el último metro de recta, no se siente como una simple deportiva: es un portal a otra dimensión.
La primera vez que abrí gas, la rueda delantera apenas tocó el suelo —no por falta de control, sino por exceso de poder. La entrega de potencia es instantánea, brutal y limpia, y aun así la electrónica actúa con una suavidad casi mágica. El chasis responde como bisturí: apuntas, gira y clava el vértice. La suspensión semi‑activa lee cada milímetro del asfalto y te sujeta con una confianza insultante.
Frenar tarde es un vicio. Con los Brembo Stylema Evo y el ABS en curva Ultra, entras muy dentro, sueltas y dejas correr: la moto se compacta, apoya y dispara como una catapulta. En la recta, el V4 ruge y cada cambio de marcha suena a declaración de guerra al aburrimiento. Ese es el momento en el que entiendes que ya no estás en el mundo real.
| Motor | V4 Desmo 1.103 cc optimizado con inyección AI‑Tune |
|---|---|
| Potencia | 232 CV a 13.500 rpm |
| Par | 128 Nm a 10.800 rpm |
| Peso | 171 kg en seco (–10 kg vs Panigale) |
| Chasis | Monocasco de titanio con refuerzos de carbono |
| Suspensión | Öhlins semi‑activa EvoRace — 20 modos |
| Frenos | Brembo Stylema Evo + ABS Cornering Ultra |
| Electrónica | IMU 9 ejes + tracción predictiva AI Assist |
| Neumáticos | Pirelli Diablo Supercorsa SP II |
| 0–100 km/h | 2,4 s |
| V. Máxima | 330 km/h (limitada) |
Sí, has leído bien: cinco mil euros. Prestaciones de superbike de más de 40.000 € por el precio de un scooter medio. La Ducati China V4‑R Evo no solo supera expectativas: va a dinamitar el mercado y a acercar el circuito a cualquiera que sueñe con cronos y adrenalina.